¿Qué pasaría si este 2025 empezaras con Dios como el centro de tus planes?

El comienzo de un nuevo año siempre trae posibilidades y retos. Es un tiempo para reflexionar, soñar y planificar. Pero, ¿Qué pasaría si este año lo empezaras con Dios como el centro de tus planes? La Biblia nos enseña que cuando confiamos en Dios y organizamos nuestras metas con fe y propósito, podemos alcanzar grandes cosas y vivir con plenitud.
En el libro de Génesis, encontramos a José, un hombre cuya vida parecía marcada por la tragedia. Fue vendido como esclavo, acusado injustamente y encarcelado. Sin embargo, su fidelidad a Dios y su capacidad para planificar lo llevaron a ser el segundo al mando en Egipto. Cuando el faraón tuvo un sueño que nadie podía interpretar, José, confiando en la sabiduría que Dios le dio, interpretó el sueño y sugirió un plan para almacenar alimentos durante los años de abundancia. Gracias a su previsión, no solo salvó a Egipto de la hambruna, sino también a muchas naciones. Su historia es un testimonio del poder de la planeación en tiempos de prosperidad para enfrentar los desafíos que pueden llegar a nuestras vidas.
Otro ejemplo es el de Nehemías, quien, al escuchar que Jerusalén estaba en ruinas, decidió actuar. No fue impulsivo ni apresurado; primero oró, buscando la guía de Dios, y luego formuló un plan claro. Solicitó recursos al rey Artajerjes, organizó a los trabajadores y enfrentó la oposición con determinación. En medio de los desafíos, su fe no vaciló. En Nehemías 4:20, él declara: “Nuestro Dios peleará por nosotros”. Es importante señalar que esta frase fue dicha en un momento de oposición, mientras organizaban a los trabajadores para defenderse de sus enemigos. Gracias a su liderazgo y confianza en Dios, los muros de Jerusalén se reconstruyeron en solo 52 días. Su historia nos enseña que, aunque los obstáculos sean grandes, cuando Dios está en nuestros planes, nada es imposible.
Incluso Jesús nos muestra la importancia de la planeación. Cada paso de su ministerio estaba perfectamente sincronizado con la voluntad de Dios. En Lucas 14:28-30, Jesús enseña: “Porque ¿quién de vosotros, queriendo edificar una torre, no se sienta primero y calcula los gastos, a ver si tiene lo que necesita para acabarla?” Este principio nos recuerda que no basta con tener sueños; necesitamos establecer metas claras y trabajar diligentemente para alcanzarlas. Cabe destacar que el contexto original de esta enseñanza está relacionado con el costo de ser su discípulo, pero también ofrece un valioso principio aplicable a la planeación.
Al iniciar este nuevo año, toma tiempo para reflexionar sobre las metas que deseas alcanzar. Pregúntate: ¿Qué sueños has puesto en el corazón de Dios? ¿Qué pasos prácticos puedes dar para lograrlos?
La Biblia dice en Proverbios 16:3: “Encomienda a Jehová tus obras, Y tus pensamientos serán afirmados”. Esto no significa que todo será fácil, pero sí que, cuando confiamos en Dios, podemos caminar con la seguridad de que Él está con nosotros, incluso en los momentos difíciles.
Recuerda que Dios no solo está interesado en tus grandes proyectos, sino también en los pequeños detalles de tu vida. Él quiere que vivas un año lleno de propósito, paz y bendición. Como dice Jeremías 29:11: “Porque yo sé los pensamientos que tengo acerca de vosotros, dice Jehová, pensamientos de paz, y no de mal, para daros el fin que esperáis”. Esta cita que originalmente fue dada al pueblo de Israel en el contexto de su exilio en Babilonia, nos inspira al recordarnos los planes de Dios para el bienestar de su pueblo.
Así que, en el año 2025, haz de la lectura de la Biblia y de la oración tus primeros pasos en cada decisión. Escribe tus metas con claridad, pero confía en que Dios puede llevarte aún más lejos de lo que imaginas. Trabaja con diligencia, sabiendo que tus esfuerzos no serán en vano.
Este año, con Dios de tu lado, puedes superar cualquier desafío, alcanzar nuevas metas y vivir la vida abundante que Él ha preparado para ti.
¡El futuro es brillante cuando lo construyes junto a Dios y su palabra!